Plácido F. Domingo creó Vlad, un “Drácula” nunca antes visto
* Anhela que el musical avalado por su padre, el tenor internacional Plácido Domingo, llegue a escenarios mexicanos
Por Juan Carlos Castellanos C.
México, 3 May (Notimex).- Plácido F. Domingo aseguró que sería un honor y un orgullo poder entregar a México la obra musical Vlad, creada por un mexicano como él, adaptada al español, atractiva por el concepto de creación y digerible para el público nacional.
En entrevista telefónica con Notimex, el director, productor y compositor afirmó que Vlad podría ser un éxito por la sensibilidad del pueblo mexicano, que merece tener un musical de ese nivel, como en otros tiempos se presentaron producciones como Los Miserables, Cats y El Fantasma de la Ópera.
El hijo del tenor Plácido Domingo señaló que siempre le fascinó la idea de componer un musical. “Desde pequeño, todos los años veía estrenos de calidad, pero necesitaba una novela o personaje que me interesara, leí Drácula pero no me gustó cómo lo trató su autor, Bram Stoker, al crear un monstruo”. Esa inquietud, manifestó, siguió latente en su mente.
Reconoció que prefería algo más romántico y más profundo, que no se concentrara tanto en el monstruo que es “Vlad”. Así se decidió y sólo utilizó los personajes, nombres y época para crear una nueva historia junto con quien en ese momento era su esposa, Samantha J. Freeman. Ella se encargó de escribir el libreto y el texto en inglés, y él la música.
“Musical grande, famoso y con éxito sobre ese personaje, jamás se había hecho. Con el tiempo, versiones cinematográficas como El diario de los vampiros, Crepúsculo y otras pusieron de moda esta obra entre adolescentes, y se empezó a tocar la historia de una manera inmortal, al ser un tema que no muere nunca”, sostuvo el director.
Indicó que el estreno se llevó a cabo el 14 de diciembre pasado en el sur de España y después se hicieron dos funciones más. “Era una producción pequeña, mínima, pero se podía apreciar lo que es la historia, la actuación y la música. Fue muy bien recibida, pero al ser una producción modesta fue difícil armar grandes temporadas.
“Ahora ya hemos podido encontrar más inversionistas y patrocinadores que nos van a apoyar seriamente y estoy en tentativas con dos o tres países más para ver si a partir de septiembre en España, con una gira nacional, se presenta de manera simultánea en Austria, Alemania y Rumania, que es donde nació el personaje de Bram Stoker”, resaltó.
La clave es la modernización
El hijo de Plácido Domingo explicó que la idea ahora es modernizar todo y usar pantallas lead como en Anastasia y King Kong, entre otros musicales exitosos, donde los mismos personajes se mueven según la imagen que corre detrás de ellos y se pueden minimizar los escenarios a nivel de objetos físicos para que los cambios sean más efectivos y más rápidos.
Eso da espectacularidad, dijo el director, lo mismo que otros elementos tecnológicos (video y fotogramas) que generan otra sensación en el público. Esas pantallas estarán rodeadas de un escenario real donde intervienen 18 personas, entre elenco y actores estelares. Ese número puede crecer de acuerdo con la producción y presupuesto, aunque aseguró que las voces y personajes están cubiertos.
Adelantó que hablará con personas involucradas en el mundo del espectáculo en México para traer este musical, así como las plazas de teatro de Monterrey y Guadalajara. “Tenemos muchos contactos; hay que ver siempre quién es el más serio y quién realmente tiene potencial”, comentó.
Dejó ver que le gustaría montar Vlad en algún escenario de la avenida Insurgentes, aunque primero piensa en el Conjunto de Artes Escénicas de Guadalajara, una de cuyas salas lleva el nombre de su padre “Plácido Domingo”, o en algún teatro de Monterrey.
Satisfechos por el resultado de la obra musical, Plácido F. Domingo sustentó su propuesta: “(Es una obra) que aborda un tema muy particular, eternamente interesante; la música y la historia están muy bien tratados, y no me puedo imaginar una persona a la que no le guste la música; y porque está patrocinado y apoyado por Plácido Domingo, mi padre, quien ha tenido mucha fe en la música, no sólo por ser su hijo el autor”.
De esa manera, el reconocido tenor Plácido Domingo presenta Vlad, adaptación de la novela Drácula, de Bram Stoker, un musical creado por Samantha J. Freeman y por su hijo Plácido F. Domingo, quien citó datos interesantes sobre todo del proceso creativo que llevó a la puesta en escena de la obra.
El nacimiento del musical
Domingo relató: Vlad nació como el resultado de haber amado por años la comedia musical. Pude disfrutar de obras como Evita, Cats, El Fantasma de la Ópera, Sunset Boulevard, Los Miserables, Miss Saigon y otras en Nueva York y en Londres durante los años 80 y 90, y sencillamente, me enamoré del género.
“Un día, en el otoño de 1999 en California, después del nacimiento de mi segunda hija Victoria, mi esposa y yo nos planteamos escribir un musical. Desde que estudié composición en el Conservatorio de Viena a principios de los 80, siempre quise componer una verdadera obra y no sólo canciones o hacer arreglos.
“El paso más complicado fue escoger un tema que nos inspirara y que fuera universal. La decisión de usar Drácula, de Bram Stoker, fue unánime. Faltaba añadir algún elemento sorpresa y humanizar un poco más al polémico personaje, pues queríamos que el vampiro no fuera sólo un monstruo sediento de sangre.
“Más bien, deseábamos un héroe y un ángel caído en desgracia. Teníamos que lograr que el público simpatizara con él. Toda la música está compuesta sobre el texto original en inglés que escribió Samantha. Después de más de 18 meses de largo trabajo y de muchas horas diarias al piano, por fin nació Vlad, una obra musical”.
Domingo y Samantha se divorciaron en el año 2009 y la partitura de Vlad terminó en un cajón, rodeada de fotos como parte de los recuerdos de una vida; la ruptura también había acabado de una manera con el inmortal personaje. Sin embargo, con renovados bríos y un fuerte ánimo, el musical vuelve para ser compartido con el mundo.
La trama
En 1897, “Jonathan Harker”, recién recibido como abogado, debe viajar hasta Transilvania para que el conde “Drácula” firme unos papeles referentes a unas propiedades que acaba de adquirir en Londres.
El conde no es quien dice ser: en realidad, es el mítico príncipe rumano “Vlad Tepes”, Caballero de la Orden del Dragón que se transformó en un “vampiro humano” una vez que reveló su ira contra Dios, luego de que el ejército turco con la falsa noticia de su muerte en batalla empujara al suicidio a su esposa, la princesa “Elizabeth”, y se tiñeran de sangre y lágrimas las aguas del río Arges, a las que se arrojó.
Extrañamente, la novia de Harker, “Mina Murray”, es la viva reencarnación de la princesa rumana 400 años después. Por eso “Drácula” decide viajar a la capital británica y conquistarla. “Mina” accede a tener un romance furtivo con el misterioso príncipe rumano, para lo cual lucha entre las fuerzas del bien y del mal.
El concepto del vestuario recuerda el estilo de la Europa del siglo XIX desde los ojos del propio “Vlad” en el siglo XV, transformándolo al estilo actual donde los actores visten prendas más ceñidas, estilizadas y descubiertas con cierta sensualidad, al estilo cinematográfico.
Plácido F. Domingo, director, productor y compositor ha escrito canciones para Michael Bolton, Sarah Brightman, José Carreras, Luciano Pavarotti, Leona Mitchell, Diana Ross, Tony Bennet y Plácido Domingo (padre). Participó en el álbum Amore Infinito (2009), como productor, compositor y cantante.
En fecha reciente salió su primer álbum de larga duración, Latidos, con nuevas versiones en castellano y en inglés de canciones clásicas de los años 50 y 60 como Bésame mucho, Solamente una vez, Sabor a mí, Perfidia y Frenesí, grabadas en el pasado por Nat King Cole, Frank Sinatra, Dean Martin y Plácido Domingo.
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