Proponen México y Camboya generar intercambios arqueológicos binacionales en campo
El titular del INAH, Diego Prieto, destacó la importancia que tendrá generar experiencias entre investigadores y conservadores de ambas naciones
Inició, vía remota, el Coloquio de Arqueología y Restauración México-Camboya
En el marco de la inauguración del primer Coloquio de Arqueología y Restauración México-Camboya, autoridades culturales de ambos países adelantaron la posibilidad de crear mayores intercambios académicos binacionales en la materia.
Tras inaugurar vía remota la actividad académica, cuya agenda continúa esta tarde, a las 20:00 horas del centro de México, a través del canal INAH TV de YouTube, en sintonía con la campaña “Contigo en la distancia”, de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, el director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto Hernández, y la ministra de Cultura y Artes Finas de Camboya, Phoeurng Sackona, hicieron mención de los diversos puntos comunes que existen entre los dos países.
“México y Camboya –comentó el antropólogo Diego Prieto– compartimos características que nos unen. Somos territorios de civilizaciones originarias. Lugares de origen y de domesticación de especies vegetales y animales que alimentaron a regiones enteras del planeta; culturas que siguen vivas pero que deben dejar atrás un pasado de colonialismo, dominación e invisibilización por parte de los centros de poder mundial”.
Tras las palabras de la ministra Phoeurng Sackona, quien hizo votos para la continuidad de esta y otras actividades académicas y científicas entre México y Camboya, el titular del INAH planteó la posibilidad de organizar intercambios académicos en terreno para arqueólogos mexicanos y camboyanos.
“Es importante que los colegas de Camboya puedan venir a México para conocer los trabajos que se llevan a cabo en zonas arqueológicas como Teotihuacan y Monte Albán, o en regiones enteras como el sureste de nuestro país, donde se desarrollan importantes trabajos de arqueología y antropología, como el corredor donde se realiza el proyecto del Tren Maya”.
Si bien, dijo, es un hecho que la arqueología mexicana durante buena parte del siglo XX fue impulsada para fortalecer la identidad nacional, en este siglo XXI, “no podemos negar el diálogo con las demás culturas y comunidades científicas, así como con instituciones que en otras regiones se ocupan de la conservación del patrimonio cultural”.
Un futuro intercambio, adelantó Diego Prieto, permitiría a los investigadores emprender estudios comparados de los desarrollos civilizatorios mesoamericanos y del sudeste asiático, así como intercambiar experiencias en materia de conservación en enclaves como el templo y la ciudadela de Angkor, sitio arqueológico que fue el epicentro del Imperio jemer y tuvo su apogeo entre los siglos IX y XIV.
Cabe destacar que en las posteriores jornadas del coloquio, representantes de la Autoridad para la Protección de Sitio y el Manejo de la Región de Angkor, detallarán algunos proyectos que se han realizado para el rescate y la preservación de ese sitio, declarado Patrimonio Mundial en 1992.
La jornada inaugural del evento también contó con la participación del investigador de la Zona Arqueológica de Teotihuacan y titular del Proyecto Tlalocan, Sergio Gómez Chávez, cuya iniciativa indaga desde hace 12 años en el túnel del Templo de la Serpiente Emplumada.
El arqueólogo hizo una síntesis para el público camboyano, de los datos que hoy se conocen sobre la historia, el urbanismo y la vida cotidiana de Teotihuacan, urbe que comenzó a poblarse hacia el año 400 antes de Cristo, y alcanzó su apogeo hacia la llamada fase Metepec (650 y 750 d. C.).
También sintetizó los proyectos de investigación que desde hace siglos han indagado en la llamada Ciudad de los Dioses, desde “la primera exploración arqueológica hecha en América, por parte de Carlos de Sigüenza y Góngora, en 1675”, hasta los más recientes descubrimientos por parte de Rubén Cabrera, Saburo Sugiyama y otros investigadores.
El programa del coloquio puede consultarse en las redes sociales de organizaciones coadyuvantes del mismo, como el Taller La Buena Impresión y la Fundación BBVA México.
Foto: Mauricio Marat. INAH.