Rememoran panorama literario de los sesentas y setentas
Ven en la literatura la disciplina que marcó el derrotero de la apertura cultural en la entidad
El importante movimiento cultural en Monterrey fue impulsado por el desarrollo de la literatura y de sus creadores en las décadas de los 60 y 70, coincidieron Genaro Saúl Reyes y Miguel Covarrubias.
Esta idea fue una de las que se expusieron en el conversatorio “Panorama Literario en Nuevo León: Década de los Sesentas y Setentas”, organizado en la Casa de la Cultura de Nuevo León, en el marco de la celebración por los 200 años de Nuevo León como Estado Libre y Soberano.
El primero en tomar la palabra fue Reyes, quien recordó que el contexto cultural de aquella época inició incluso antes, en los años 50, con el trabajo de destacados promotores culturales como Raúl Rangel Frías y Francisco M. Zertuche.
Fue así, dijo, comenzó a gestarse un importante movimiento cultural en Monterrey que permitió el desarrollo una buena cantidad de jóvenes con la inquietud de una transformación cultural, en todas las áreas.
En el campo de las letras surgieron algunas revistas como “Apolodionis”, en la que destacaron las plumas de Gloria Callado, Carmen Alardín, Ramiro Garza y Horacio Salazar, entre otros.
En las artes escénicas aparecieron Guillermo Zetina con el Grupo Teatral Renovación, Emma Mirthala Cantú y Julián Guajardo. También se inaugura la Escuela de Teatro de la Universidad, bajo la dirección de Lola Bravo.
Mientras que Gherardo Garza Fausti, Roberto Escamilla y Aliber Medrano fueron los iniciadores del movimiento cultural cinematográfico.
“Es necesario que cuando tratemos de analizar o acercarnos al conocimiento de la literatura en los años 60 y 70, no lo hagamos por la literatura misma, tenemos que ver todo el contexto porque eso nos ayuda a entender por qué la literatura empezó a desarrollarse”, expuso Reyes, estudioso del desarrollo de la cinematografía en México y crítico de esta expresión.
Todo esto permitió la apertura cultural del Monterrey de los años 60, apuntó.
“Ya en los años 60 nosotros tenemos nombres importantes dentro de la literatura nuevoleonesa, son los años en que nos encontramos con una literatura interesante como la de Irma Sabina Sepúlveda con ‘Aguas de las verdes matas’ y ‘Los Cañones de Pancho Villa’. Carlos Ortiz Gil empieza a hacer experimentos con la narrativa en ‘El búho entre las ruinas’”.
“Los años 70 son bastante combativos y en el campo editorial aparece Caligrama (Grupo Literario), que además es una etapa interesante porque los talleres de creación literaria empiezan a tener muchísima fuerza. En los 70 quizá lo que más deseaban muchos escritores era ver sus obras publicadas, entonces aparecen otra vez las revistas de vida efímera”, comentó.
En el conversatorio llevado a cabo en la Sala Alfonso Reyes de la Casa de la Cultura de Nuevo León, Covarrubias, poeta, narrador, ensayista traductor, editor, compilador y conferenciante, explicó que la fama que tenía Monterrey en aquella época era pésima y expresó que con desdén confinaban a los neoloneses a lo meramente alimenticio y práctico, mientras que lo demás no tenía cabida.
Incluso señaló que quienes se dedicaban a la cultura y las artes llegaron a ser vistos como gente que desvariaba y consideraba subversivo aquel movimiento cultural.
“Percibirán el peligro de una serie de personas haciendo cosas extrañas como estudiar artes plásticas y convertirse en una verdadera generación brillante, porque fueron los primeros pintores forjados en ese taller que nació en el edificio de Colegio Civil”, mencionó.
Y destacó cómo a través del boletín informativo “Armas y Letras”, de apenas cuatro páginas, la Universidad buscaba la manera de informar y formar a maestros y estudiantes reproduciendo la obra de grandes de la literatura como Quevedo y Cervantes.
También resaltó la amplia producción editorial que actualmente ofrece a los lectores la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Se reflexionó también sobre la necesidad de reafirmar entre los lectores el amor al libro “objeto”, al considerar que en la actualidad muchas personas lo están perdiendo.