Toman cineastas regias Cineteca en casa

En la proyección en línea de sus filmes, mujeres del cine en el Estado muestran su sensibilidad y percepción de la vida

Monterrey, Nuevo León. La sensibilidad femenina, su percepción de la vida y las problemáticas que enfrentan en este mundo hostil y violento, se reflejaron anoche en la proyección de cinco cortometrajes realizados por cineastas regias, en “Escuchando Nuestra Voz”, en el ciclo Viernes de Cineteca en casa, transmitido a través de Facebook Live.

Los cortos, seleccionados por la actriz y productora cinematográfica Paloma Petra, fueron: Insolation 2020, de Lariss de la Vega, Gritando en silencio (2017), de Balbina Canales; Treinta grados bajo cero (2019), de Sandra Rocha; Huir (2018) de Lesliee Serna y Contra la corriente (2019), de Lissette Carrasco.

Las cineastas exploraron temas como la depresión, el vacío existencial, la violencia y los estragos del encerramiento a que las personas han sido sometidas a consecuencia de la pandemia del COVID-19.

Insolation

“Llevaba un mes de cuarentena y la verdad me sentía muy ansiosa, me la pasaba en el mismo sillón y de pronto surgió esta frase que escribí y a partir de ella apareció una imagen de un limbo negro y una mujer girando”, manifestó Lariss de la Vega, al comentar sobre su cortometraje.

“Pensé que solo iba quedar en un corto de un limbo negro, pero empecé a escribir más; era como otra chica muy sensual, muy triste, llena de nostalgia y súper hot, y empezó a surgir esta idea de una chica de 20 años y lo que diría por teléfono en esta cuarentena.

“Así fue cómo surgió este cortometraje, fueron llegando ideas y a la hora de realizarlo se hicieron muchas escenas que no estaban planeadas, fue también muy experimental”, señaló.

Gritando en silencio

“Me gusta mucho reflexionar, empecé a escribir lo que pensaba en un día malo para mí y me dije: tengo que hacer eso que escribí. Me dio pena, porque siento que estaba mostrando ese lado vulnerable que todos tenemos, esos pensamientos positivos y negativos, pero pienso que no debemos reprimirlos, tenemos que sentirlos”, manifestó Balbina Canales.

“La decisión de hacer la voz en off y el personaje en un cuarto oscuro, era como si fuera mi mente debatiéndose entre pensamientos positivos y negativos; es decir: Aquí estoy, soy luz y oscuridad y aceptar esos dos lados y tener diálogos; lo difícil es ser escuchada, es un paso difícil, pero necesario”.

Treinta grados bajo cero

“Es la historia de una mujer que sufrió abuso sexual. En estos casos se presenta la denuncia, que casi nunca procede, luego vienen terapias, pero después ¿qué pasa con estas personas? La verdad es que no hay un seguimiento de estos casos”, manifestó la realizadora Sandra Rocha.

“Las cicatrices siguen allí, dañan no solo a una persona, sino a varias, a su familia, sus amigos; es una persona que quiere seguir su vida, ir a su trabajo, celebrar su cumpleaños, ser una persona normal, pero está afectada, sus traumas y el hecho de algo que ocurrió en menos de cinco minutos le arruinó su vida”.

Huir

“El cortometraje cuenta la historia de una joven mujer en una etapa de su vida en la que no sabe qué hacer, si irse o quedarse. Comprendo al personaje porque pasé por una etapa similar”, expuso la cineasta Lesliee Serna.

“El personaje reflexiona sobre esta toma de decisiones, sobre el rumbo que deseamos darle a nuestra vida. Ella busca respuestas y va con otras personas a conseguirlas, aunque en el fondo ella ya sabe lo que tiene que hacer. Es ese impulso que te dice que tienes que accionar, moverte”.

Contra la corriente

“El cortometraje surgió a partir de la situación de normalizar mucho la depresión; normalmente nuestras emociones se rigen también por nuestra tradición, educación, etcétera.

“Desde que nacemos empezamos a absorber todo lo que vemos, lo que nos dicen, a dónde vamos y seguimos un camino, pero cuando de pronto tenemos esta tangente, donde ahora me siento diferente a mi familia, a mis amigos, a mi religión, es cuando nos empezamos a cuestionar acerca de lo que realmente queremos”, explicó Lissette Carrasco. “Y pasa mucho que cuanto tu normalizas la depresión, y le cuantas a alguien acerca de tus problemas, lo primero que te dicen es: ‘pero si tienes todo’. Bueno sí tengo todo, pero no es mi felicidad”, expresó.

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